El viento azotaba la corta melena negra del joven Andrés. De ojos color azabache y pelo castaño oscuro, aún contra el viento, Andrés conservaba sus facciones suaves, su mirada clara y[…]
O al menos eso era lo que pensaba míster Philp mientras iba, a última hora de la mañana ya, al mercado a hacer la compra. El señor Philp era un residente[…]
Hoy era un gran día de mercado en este turístico pueblo de la costa andaluza. El cielo se hallaba cálidamente despejado, la atmósfera había sido impregnada de luz, y el sol[…]
Ilustración del dibujante Ibrahim Ramos Calderón
Riendo a carcajadas, el profesor Rego le sacó de sus fantasías: —¡Santo dios! ¡Esa máquina no existe! Es sólo un sueño, una ilusión, una quimera, no hay tecnología suficiente aún para[…]
—¿Está el señor R? —dijo Aro. Tres hombres que custodiaban una enorme puerta de madera asintieron y le dieron paso. Al entrar en el salón principal, Aro habló: —Señor R., le[…]
En una pequeña isla del mar Mediterráneo, una figura ataviada de forma exquisita miraba tranquilo por el gran ventanal de su mansión. En las pupilas de sus ojos, se reflejaba un[…]
En su mente, fue penetrando poco a poco la certeza de que no estaba muerto. Con los ojos semiabiertos, vio que se hallaba a bordo de un helicóptero, y que sus[…]
Sin perder un segundo, el helicóptero disparó una red llena de ventosas, que como si tuvieran vida propia, se acoplaron de forma inteligente a la fachada tres plantas más abajo. La[…]
El ruido en las escalerillas metálicas le advirtió de que se hallaban ya cerca. A la altura de ochenta y cinco pisos, un hombre viejo y asustado aguantaba el equilibrio subido[…]